miércoles, 24 de junio de 2009

Fecha de caducidad para el matrimonio

Fecha de caducidad para el matrimonio

Por Angelina Sánchez-Vilchis

¡Hola queridas y queridos míos!!!!… Yo feliz de escribir estos temas que dan vueltas en mi ansioso cerebro… ¿Leyeron bien el encabezado de mi columna?, ¿les importa este tema: que exista la posibilidad de que por ley se impusiera una fecha de caducidad para el contrato matrimonial, así como caducan las salchichas, le leche o el jocoque? Fíjense muy bien, el otro día estaba leyendo acerca del matrimonio y precisamente se tocaba el tema de que Alemania ha lanzado esta insólita propuesta de ley para su aprobación, pues desde hace tiempo surgió el polémico concepto de que sería de gran ayuda que el contrato matrimonial prescribiera después de algún tiempo… Eeeh ¿Cómo ven? Bueno, yo como mujer conservadora que soy y que creo en el matrimonio pues la verdad se me hizo feo, pensar que, se termina el contrato y ya, si te sigues llevando bien, te quedas a vivir con tu pareja para siempre, como nos enseñaron en nuestras casas; a mí eso sí me lo enseñaron, que el matrimonio es pa siempre, pero bueno, ya cuando uno crece, se da uno cuenta de que no es así, además le agregamos la falta de compromiso, la verdad es que, el matrimonio para algunas parejas, no es para toda la vida… Leyeron bien “la falta de compromiso”…

Pensándolo con la cabeza fría, sería bueno que sí existiera esta ley, porque por un lado, cuando ya no hay buena relación en el matrimonio, lo mejor sería esperar a que caducara y así se evitaría la pena, el sufrimiento que trae un divorcio, gastos, etc… Pues la pareja en turno, daría por finiquitada la relación, y no habría más chantajes, si no soportas al marido, sólo esperarías la bendita fecha, bueno -si te falta mucho ya te amolaste- (pero imagino que habría cláusulas para este punto), para terminar con un marido poco amable, abusador, o que no te da lana ni para un gansito, o si el pobre hombre vive con una esposa abusadora; entonces se librarían automáticamente de estos individuos, por este lado ¡estaría de pelos!

Lo pienso así, hoy en día la falta de compromiso nos hace despegados, nos hace más fríos, nos vuelve seres con sentimientos desechables, es precisamente el ser poco comprometidos lo que ha llevado a que no pongamos el corazón en nuestras relaciones humanas, nos importa más tener mucho dinero, que un buen amigo, nos interesa más tener sexo de una noche, que alguien le pida a otro que se casen, o si lo hacen, piensan que si no funciona, la solución será el divorcio…

Señores, no hay que ser tan poco comprometidos en nuestras vidas, eso es ser apáticos, lentos, babosos, tan en situaciones que nos pone la vida para disfrutar, no digo que a todos nos funcione el matrimonio y por eso hay que vivir en pareja claro que no, sólo digo que lo que emprendamos por pequeño que esto sea hay que comprometerse, porque sólo así, creo yo, es cuando se vive intensamente.

Entonces si por ley se estableciera un matrimonio con fecha de caducidad, sería lo mejor para aquellas personas que viven en esa situación de poco compromiso y para los otros, ¿sólo sería un contrato con un inciso más?, ¿lo vivirían más intensamente por el miedo a que llegue la prescripción? ¿lo aprovecharían más? ¿Ustedes qué piensan?

Nos vemos en la próxima!!!!

En serio agradezco a todos sus comentarios, me llegó más de lo que esperaba, mil gracias!!!!

miércoles, 3 de junio de 2009

¿Tenemos orgasmos o los fingimos?

Por Angelina Sánchez-Vilchis

El otro día conversando con mis hermanas salió el tema del orgasmo, somos cuatro mujeres, por eso es que a veces discutimos cualquier tema que se nos ocurre, pero nunca habíamos hablado del orgasmo, una de ellas dijo ¿a poco nunca han fingido un orgasmo?… Y por ahí se oyó una vocecita que dijo pues a veces sí, ¿no? Hay que hacerlo de repente… Y yo pues la mera verdad nunca de los nuncas he fingido uno, bueno, ni en mis más remotos sueños se me hubiera ocurrido fingir uno, pero ni de chiste, por lo que agregué -¿fingir?-, ¿qué ustedes sí lo han hecho? Bueno, y ¿quién no?, contestó por ahí alguien. Por lo que volví a repetir, yo no, ¿para qué o por qué?…

Si no siento nada, pues no lo siento y ya, pero si siento pues qué mejor que expresarlo ampliamente con todas sus letras, mejor dicho con todos sus gemidos, gritos, mordidas o lo que a uno se le ocurra, lo que en ese momento te salga para expresarle a tu pareja que estás plena, que lo “hacemos muy bien” y que somos lo máximo, ¿no es así?…

Se me hace increíble, que las mujeres a estas alturas del partido, en pleno siglo XXI, tengan que fingir un orgasmo y lo peor del caso es que unas lo hacen porque nunca han sentido uno real, porque jamás han explorado su cuerpo, no conocen las sensaciones que puede tener su cuerpo en las circunstancias de una relación sexual, o que digo una relación sexual, de tan sólo tocarse uno mismo, o toquetearse con la pareja, no conocen más allá de lo que el “hombre” si es que así se le puede llamar, las puede manosear en el mejor de los casos; pero y si no, si ellos sólo piensan en que quieren llegar, satisfacerse a sí mismos y no toman en cuenta a la mujer, pues peor tantito, no hay caricias previas, no hay sensualidad, ni sexualidad, y bueno ni mucho menos amor.  Porque cuando en una pareja no se satisfacen mutuamente, lo que creo es que hay más egoísmo que amor. Aunque, claro que debe existir el egoísmo, porque de nosotras depende nuestro propio orgasmo, pero también de complacer y de que nos complazca nuestra pareja, porque si no, pues ¿cuál es el caso entonces de tener una relación sexual?

 

Amigas mías yo sé que cuando éramos niñas a muchas nos dijeron que el sexo era malo y que nos íbamos a ir al infierno si nos tocábamos, o nos masturbábamos; más si por desgracia fuimos en una escuela de monjas… Pues nada de eso se los aseguro es cierto, imagínense si a esta edad (la que quieras tener, que puedas prender una compu y llegar a este blog, creo yo que ya estás grandecita) vamos a seguir con esos prejuicios y tonterías en ¿nuestra cabecita?, ¿qué les vamos a enseñar a nuestros hijos?, peor aún ¡a nuestras hijas!

 

No esto no puede ser así, yo las invito a que conozcan su cuerpo, las invito a tocarse, a sentirse, a conocer más allá que una simple caricia, si no saben cómo pues investiguen en ¡¡¡un libro de biología!!! O por lo menos pregúntenle a su ginecóloga, las invito a tener tooodddooo con ustedes mismas y es entonces cuando en serio, podrán exigir tiernamente a su pareja que “¡les haga el amor!”, así me dirán, cómo les fue, bueno, si quieren…

 

 Les aseguro que para muchas no será fácil, tendrán sus dudas y sus culpas (no hay dios que castigue esto), pero en la medida en que vayan haciéndolo con más frecuencia, que vayan conociéndose más, amigas mías, la experiencia, el verdadero placer, estará en sus manos.

 

 Nada más una cosa, dicen los expertos en sexología que nunca le confiesen a su pareja que no han logrado el orgasmo con ellos, no les digan que nunca se los han hecho sentir; porque no duden que el dolor y el resentimiento será muy fuerte, por lo que difícilmente se borrará, o sea, que ya saben nada de decirlo, mejor a practicar, a conocerse se ha dicho y una vez que ustedes hayan logrado sentir su propio orgasmo, su vida cambiará radicalmente, placenteramente, ¡orgásmicamente!!!!