jueves, 8 de julio de 2010

Autoestima

La autoestima

Como madres… hay que “piropear”, siempre que podamos, a nuestros hijos

Por Angelina Sánchez-Vilchis

Alguna vez platicando con unas amigas surgió la idea de… ¿qué nos gustaría cambiar de nuestro físico?; eso me pareció divertido pues empezamos a “darnos cuerda” y a mencionar diferentes cuestiones como, “yo me operaría la cara cuando ya haga falta”, otra mencionó, “por supuesto que los senos, ya que después de la maternidad no hay brassier que levante esto”, otra de mis amigas dijo: “no me quedaría más remedio que el abdomen”… y así pudimos hacer una lista interminable de lo que nos gustaría cambiar.

Pero eso no es lo grave ya que mis amigas rebasan los treinta o cuarenta, lo feo es que he oído a las jovencitas de 18 años, que se operarían lo que fuera para ser más lindas y ser aceptadas por los chicos, o para tener más amigos en la escuela, o tal vez dedicarse al modelaje y para eso hay que darse una “ayudadita”… ¡Con el bisturí!

México es uno de los países en donde más cirugías plásticas se realizan. La estadística indica que nueve de cada diez mujeres ha asegurado que se arreglaría lo que fuera para verse mejor, y en Europa, sobre todo en Londres, la cantidad de mujeres que se considera fea es altísima. Frente al mínimo porcentaje que se considera “pasable” y otro porcentaje aún más pequeño, que se considera bella.

En estudios realizados, esto ocurre porque en las familias, no se acostumbra que la madre, porque influye directamente, nunca o muy poco se dirigió a su hija adolescente con una agradable mención hacia su físico, otras jamás “piropearon” a sus pequeños cuando estaban en pleno desarrollo, y en el peor de los casos hasta les dijeron que, bueno, eran simpáticos, o algo agraciados, pero que en verdad no se lo creyeran, ya que nadie los iba a soportar.

Por desgracia, esto es cierto, las mamás casi nunca nos preocupamos de enaltecer la autoestima de nuestros hijos, y esto debería ser desde antes de nacer, hablarles lindo, decirles lo bellos que son, mencionar sus logros por pequeños que estos sean, hacerles saber que ellos valen mucho por quienes son, por lo que hacen.

Mencionar en su adolescencia que tienen un cuerpo hermoso, que sus rostros son excepcionales y hacerlos más seguros de sí mismos; ya que estudios realizados por especialistas en autoestima han demostrado que en la medida que nosotros como padres enaltezcamos las virtudes físicas y emocionales de nuestros pequeños, crearemos seres humanos con éxito en la vida, en el ámbito social y profesional, pero sobre todo personal, para que tengan relaciones interpersonales sanas y lleguen a desarrollarse como individuos perfectamente felices.

¡No perdamos más el tiempo, demos una palabra hermosa para enaltecer al que está a nuestro lado! ¡Siempre que podamos mencionemos un piropo a nuestros hijos!