jueves, 16 de febrero de 2012

Sin quejas, sin críticas, sin chismes (Haz que Suceda Ahora)

Por Angelina Sánchez-Vilchis

Una amiga me compartió esta propuesta cuando le mencioné que una persona muy cercana a mí se la pasaba quejándose de su vida… y, hoy, quiero compartir esto con todos ustedes.

Se trata de una propuesta que, de lograrlo, podría mejorar la vida de la gente a través de una mejor calidad de su tiempo y actitud ante la cotidianeidad; habría mejor salud, menos enfermedades, mejor ánimo, menos dolores, más autoestima y relaciones más satisfactorias.

En síntesis, seríamos personas felices, serenas, autosatisfechas.

No consiste en una dieta o dejar de fumar. Si alcanzamos el objetivo, asegura, nuestra vida cambiara. Seis millones de personas en el mundo ya lo han logrado, aunque suene a frase de comercial de TV.

Es un plan muy simple, creado por la organización "A complain free world" ("Un mundo libre de quejas"), fundada por el pastor Will Bowen, quién en el sermón matutino de un domingo, invitó a toda su congregación a iniciar este reto de tres semanas para ver resultados.

Les explicó que es muy simple: "No quejarse, no criticar y no contar chismes". Para probar su seriedad, repartió entre sus fieles una pulsera color morado para que, en el momento que se sorprendieran en la queja, en la crítica o en el chisme, se cambiaran la pulsera de muñeca, a fin de hacerlo consciente, e iniciaran otra vez el conteo.

Varias de las personas que participaban del reto, y que decían no quejarse demasiado, tomaron conciencia de que lo hacían un promedio de 20 veces al día, lo que el pastor calificó, lo mismo que la gente sensata de todo el mundo, como contaminación auditiva pura.

"Quejarnos se ha convertido en una epidemia. ¿Has notado cómo cuando nos quejamos, del tema que sea, lo único que logramos es sentirnos peor? No sirve para solucionar nada. ", dice Bowen para agregar que "eso nada más significa focalizar nuestra atención y energía en las cosas que no queremos, y no en las que sí anhelamos".

¿Por qué 21 días? Él explica que porque así como un huevo de gallina tarda ese tiempo en madurar, también se requiere para que el hombre forme una nueva conducta o un hábito. Se le preguntó ¿Y si la crítica la pienso pero no la digo cuenta? "No. Sólo si la emitimos".

Quienes lo han logrado reconocen que no es fácil, sin embargo comentan que después de las tres semanas o el poco más que necesitaron, dejaron incluso de criticar con la mente. La clave es no darse por vencidos. Invita a empezar a la brevedad, "Tú lo decides".

Aunque el libro que se editó en México incluye una pulsera de regalo, el escritor señala en su programa que "no necesitas una pulsera, cualquier objeto que elijas es bueno: Puede ser tu reloj, ponerte una piedrita o una moneda en el bolsillo. lo que sea".

El objeto es darnos cuenta que nuestras actitudes y palabras sólo reflejan lo que pensamos.

¿Qué vida queremos? Es la pregunta que nos acompañará los 21 días, recordando que el conteo recomienza cada vez que emitimos una queja, una crítica, un chisme. Miles lo hacen.

Los doctores estiman que dos terceras partes de las enfermedades se generan en la mente. Esta propuesta es una invitación al cambio en el pensar y en el qué y el cómo nos comunicamos. Dejar de quejarse, de criticar y de propagar chismes es el objetivo que se persigue.

Si lo logras estarás empezando a hacer bien a tu vida y por ende a la de los demás… Haz que Suceda Ahora

www.hazquesucedaahora@blogspot.com